27 de octubre de 2010

sin título es mejor

No tengo grandes palabras como para esta ocasión. Ni podría resumir este tiempo blogger, tan lleno de cosas.
Siento que voy a extrañar este mundo y a mis visitantes, de hecho, están en mi vida cotidiana y los extraño. Pero también siento que perdí el entusiasmo y la constancia para escribir o para sentarme media, una o dos horas por día o día por medio -y quizás menos!- frente a la pantalla.
Igual, me pareció impropio de Adriano desaparecer así sin más, por eso esta cuasi despedida. No cierro el blog. Algún post colgaré, y merodearé por los lugares donde siempre me han recibido con cariño y buena onda. Besunchis, beséridos, besópagos, y demás variantes.