
El cuento completo aquí, parece larguito pero no tiene desperdicio.
Mi desencanto (que todavía no era fiel) avanzando a medida que el papel azul se volvía negro. El humo y el olor del aceite una evidencia difícil de esconder ante la llegada de madre. Que escuchó mi relato apenas entró, sus ojos yendo de la sartén a mí, de mí a la sartén. Una mirada de incredulidad y preocupación. Porque, después de todo, se trataba de un niño de nueve años.
TRABAJAR: 'sufrir', 'esforzarse, procurar por', 1220-50, de donde más tarde 'laborar, obrar', siglo XIV.
Del latín vulgar TRIPALIARE 'torturar', derivado de TRIPALIUM 'especie de cepo o instrumento de tortura' , siglo VI. Este es compuesto de TRES y PALUS, por los tres maderos cruzados que formaban dicho instrumento, al cual era sujetado el reo.
De trabajar deriva el sustantivo trabajo, 1212, que conserva en la Edad Media y aún hoy en día el sentido etimológico de 'sufrimiento, dolor'.
La forma primitiva fue trebajar, que luego sufrió asimilación de las vocales, pero con tre- se pronuncia todavía en catalán.*
Así que siendo odiado Lunes del trabajo, dije: a jugar un ratito, sí, aunque sea un ratito aquí**