4 de diciembre de 2009

decir algo simple

Gracias! Gracias! Estoy muy emocionado con mi cumpleaños virtual! Oh ustedes no saben cuánto me alegran la vida con estas cosas, me gustaría poder contestarle a cada uno, pero sigo con poco tiempo para bloggear como corresponde. Les cuento cortito cómo fueron los festejos.


Primero los regalos. El sanatorio decidió regalarme en el mismísimo día de mi cumple el traspaso de madre desde terapia a la sala general. Un regalo con sorpresa porque resultó que en la habitación que le asignaron moraba una pobre mujer con problemas intestinales severos, que requería constantes cambios de pañales. Así que con la Cahen D'anvers trucha huíamos a refugiarnos a un pasillo con ventanal que había en el piso, yo le llevaba el soporte del suero y le contaba cosas de la zapatería para distraerla, no era recomendable que a madre le diera por vomitar. Ella me regaló, como pudo pobre, su cariño y su congoja por no poder hacerme una torta, lamentaba que yo tuviera que estar allí, en ese sanatorio que era lejos, peor que la clínica del Dr Cureta. (y no es el Pami, se llama Julio Corso, hasta parece chiste)

Hubo actividades recreativas también. Luego de plantar un reclamo para que la saquen de esa habitación infernal, tuve que salir a buscar unas vendas ortopédicas en alguna farmacia 24hs, ya que era tarde y nadie me había avisado que madre debía usarlas. Al llegar jadeante con el trofeo, una enfermera me informa que estamos necesitando toallas porque se imponia un baño, claro, cuánto hace que no se baña esta mujer?... pero ayayay ahorita mismo tengo que cruzarme todita la ciudad, pana?


11:30: vuelvo agotado a casa recordando cumpleaños anteriores y sus distintos festejos. Y me acordé de ustedes! así que me propuse celebrar con mis amigos virtuales. Como no tenía a nadie a mano para sumarlo a esa hora, compré unos de miga, una cerveza, y encaré para casa. Llego y veo luz en la pieza de Carca (de Carcamán, el marido gagá de madre que no es mi padre) que como siempre, está mirando tele en la cama. Entro y le anuncio con firmeza que es mi cumpleaños y lo invito a festejarlo. Carca medio que no reacciona, pero cuando empleo las palabras mágicas sánguches y cerveza, allí, en la penumbra, apenas iluminado por el tele, su rostro se convierte en el de un Gremlin en pepa. Mientras ponía la mesa pensaba si él recordaría que, meses atrás, habíamos festejado el suyo de esta manera. Pero no le pregunto, me imagino que una vida sin recuerdos puede llegar a ser -en cierto punto- algo más que llevadero

Y ahí brindé con ustedes, amigos, seguidores seguidos, vecinos, compinches, (el término es genérico, porque la mayoría son mujeres!) el cumple número 45 no sé si tuvo el clima de mis anteriores, donde siempre andaba en los detalles de la organización (la invitación con tiempo, qué tipo de fiesta, la comida, la música), pero si hay algo seguro es que no se me va a olvidar así nomás. Besos, abrazos, y por supuesto, lágrimas...se me vienen los 50!


Sigo en Rosario, pero si la evolución de madre sigue siendo buena (ya está en casa de una amiga!) en breve vuelvo a mi vida, y a poder venir más seguido. Hasta pronto!

20 de noviembre de 2009

Cómo disipar la furia en circunstancias adversas

Cuando le decían que era parecida a Mónica Cahen D'anvers ella cambiaba su expresión, la que tuviera en ese momento. Y lo negaba morosa, que ya se lo habían dicho pero no le parecía.

Al entrar la veo sentada en un camastro que parece una nave espacial, pantallas, luces, visores. Está flaca y demacrada, lo primero que pienso es que realmente se parece a Mónica. En este caso es D'anvers reloaded, tiene mangueras y cables por todos lados: cuello, brazos, manos, dedos. Está furiosa. Dice que el sanatorio es un desastre, que todas las enfermeras son unas gordas maleducadas. Ni siquiera me saludó, pero estoy embobado con verla viva siendo que hace unas horas era un alma a la que dios buscaba en su lista y no encontró. Repaso con la vista el resto de la sala. Es verdad, son todas gordas y con cara de a mí no me pregunte. Le digo que se ponga contenta, que es increíble que esté así de bien después de que le pusieran cuatro by pass. Cómo cuatro! No eran dos? me pregunta indignada como si tuviera que pagar la diferencia. La anestesia me la dejó así chinchuda? Intento serenarla explicándole que mejor todos juntitos y no de a dos, y que la evolución es muy buena, que pronto va a salir de ahí. Pero nada. Entonces le toco la cara, le digo que así como está, se parece muchísimo a la Cahen D'anvers. Una enfermera muy delgada y alta irrumpe para avisar secamente que terminó el horario de visita.
Ahí tenés una flaca- digo socarrón
Sí, pero igual de asquerosa- balbucea como nena mientras me agarra una mano

Ya sabrán que esto recién empieza, pero quizás no sepan que el 24 cumplo mis 45 acá, solito o con algún amigo. A la noche levanten una copa que voy a pensar en uds. y en mi regreso, cuando sea.

5 de noviembre de 2009

Bones

La había apodado "huesos". O sea, cuando la conocí sus huesos no estaban muy a la vista, teníamos unos ventipico y ambos estábamos en o con pareja. Nuestra primera aventura fue la noche de fin de año. Quisimos festejar en la Florida, el balneario único acá en Rosario. Ahora también se puede ir a las islas, dicen que está bárbaro, pero claro, para mí no hay marcha atrás hacia ríos turbios. Decía, la patota esa noche era ella, su novio, mi hermano, un amigo y yo. Nos tomamos un ácido (ooohh! perdón!! años de juventú loca, juro que no sabía, juro que no sabía jaja) y nos subimos a un bondi. No hacemos tres cuadras y me parece que un tipo me está mirando feo, creo que es policía, y yo llevaba eeeh.. unas sustacias.. (eeehh pero qué desastre este pibe!). Me empiezo a ir hacia el fondo y, CON EL COCHE EN MOVIMIENTO, me arrojo a la calle y después de un trastabilleo, entro a correr. Como dos cuadras corrí, hasta que en un rapto de lucidez me doy cuenta del peliculón que acabo de hacerme. Y vuelvo, agitado y desconcertado hacia el punto de partida. Antes de llegar me encuentro con Huesos. Se habían bajado una cuadra después, organizaron un rastreo por grupos y justo me topo con ella, solita, que me reprochaba lo que había hecho, riéndose, haciéndose la que me reta. Y se salva del beso porque aparece mi hermano y ella se asusta. No pasó nada aquella vez. Su novio, que no había tomado, era el que nos cuidaba y la verdad era un pelotudo bárbaro, pero no dio ni un pequeño espacio para que lo tordeara.
Años después cuando mi hermano se recibe de psicólogo nos cruzamos de nuevo. Yo solo y ella otra vez con novio. Ahora ya directamente hablamos de lo que haríamos si el novio no estuviera. Pero está y no se come los mocos, se van al toque.
Hace unos 3 años me la volví a encontrar, en un asado. Totalmente flaca. Habían pasado años y los diez que le llevo ahora se notaban. Parecía más grande que yo. Huesos. Se había casado y separado, tenía una nena. La noche del asado nos fuimos derecho al lecho. Bien. Espacio en blanco. Cuando reaccioné o quise emitir un juicio, el más cercano, sin indagar mucho, era que Huesos debió haberse visto -no sé en qué momento- el 90% del cine porno que existía hasta ese momento, y que le agregó todos los programas de la Rampolla (si es que ya andaba) y en las esperas y tiempos libres había devorado millones de páginas de literatura chancha, y que claro, había estado dándole duro y parejo. Sigue en el prósimooooo.


Apéndice necesario. Alguien puede preguntar qué hace mi hermano en estos días que ando con todo estos trámites. Bueno, en mayo próximo hará 2 años que ya no está, es parte de la caída del estado de salud de madre. Ya que estamos, ella está de alta provisoria en casa de una amiga, es para que se despeje de 40 días de hospital, antes de la cirujía. Está feliz, estoy feliz, cómo explicarlo.

31 de octubre de 2009

Se me empañó el visor

Sí, se me enllenaron las bolitas de los ojos con sustancia acuosa salina. Nunca imaginé esta hinchada que tengo acá, el aguante virtual no tiene precio pero empuja una palabra simple: Gracias. A todos los que escribieron, asiduos y no tanto, aquí y por mail. Gracias.
La verdad, no es solo una cuestión de tiempo sino también de ánimo aparecer acá. No me cabe venir a mostrar mi confusión en público, hacer una telenovela. Hasta he notado que mi ojo curioso y observador no ve, no registra nada, estoy así como en estado de alerta, con los sistemas puestos en automático.
Hoy les escribo desde Córdoba, porque pude escaparme (a ordenar un poco mi negocio acá), saben que ya hace más de un mes que dejé mi vida habitual. Pongámosle onda, cuento corto a grandes rasgos:
L'enfer: Madre sigue internada y va derecho al by pass (2, en este caso) la operación es el 18 de noviembre, el pronóstico ni bueno ni malo. Ella está bien, aunque se le cayeron unos anaqueles cuando pasó de sten a by pass sin, valga la paradoja, anestesia. Como dice la Secre (cómo la quiero Lali!!) andando el carro se acomodan los melones, y ahora asumió que hay un riesgo pero también que estamos rodeados de gente con by pass. A lo de su marido lo estoy manejando con celeridad y cautela, el viejo me saca pero sé que no es adrede, me ocupo de él con paciencia china. El miércoles fue su cumple y se lo festejé con cerveza y unos migores.
Rosario: yo viví hasta los 25 ahí y es muy raro volver a estar todos los días tratando con ellos, vieron que buenas o malas, las personas tienen características propias en cada lugar. Me junto con algunos compañeros del secundario que tratan de ondearme, y ejem.. estoy viendo a una ex que .. bueno, y qué quieren?? estoy solito!
Zapatos: Si les despierta ternura o gracia imaginarme atendiendo la zapatería, les cuento que soy un casi experto vendedor, no son los pies lo único que uno debe observar, las señoras vienen con otras demandas (Dos, ya estoy leyendo tu comentario chancho para este segmento). El tema es que madre tenía medio venido a menos el negocio, poco stock y poca onda la vidriera, el local, etc. Ya pedí presupuesto para decorarla y ambientarla, como no puedo mandar "Mon Petit, calzado para viejas" debo apelar a lo clásico de este calzado, ya veremos
Yo: cómo estoy? Bien, empecé a nadar en una pileta en Rosario y me hace bien. Camino muchísimo y llegaba muy cansado y estresado, con la pile mejoré. A veces estoy para atrás pero voy con la mejor a ver a madre y le llevo yogures, o algún sanguchito de contrabando y nos escapamos por los pasillos para que se distraiga. Cuando anda el fantasma de la muerte cerca, me crece una coraza, no sé como explicarlo pero me hago insensible porque el momento lo requiere, no porque no sienta.
Y ahora voy a visitarlos, aunque sea unas pocas palabritas, mis queridos vecinitos. Los quiero muuuucho muuuucho, y trataré de volver más seguido, prometo. Gracias no alcanza.

10 de octubre de 2009

Mis días en Rosario

Antes que nada muchas pero muchas gracias por los aguantes virtuales. No saben cómo extraño venir acá. Les hago una ajustada síntesis de las cosas:
Tal como dije estoy desde hace unas semanas en Rosario, cuidando de madre. Ella está bien ahora, sigue internada, ya en una sala común. Estamos esperando la llegada de un sten, que es un cilindro minúsculo que se coloca en las arterias cuando están tapadas (hablamos de las que están en el corazón). Se hace vía catéter, madre tiene obstruída la principal. La verdadera cagada es que estando totalmente obstruida hay posibilidades de no poder poner el sten. En ese caso habría que operar, un by-pass, un quilombo. Ella está animada, ahora nos reimos un poco y hasta peleamos, se embola de estar encerrada ahí adentro, es el Pami, qué puedo decirles que no imaginen.
Lo delicado ahora es otra cosa. Cuando salgo del hospital no puede volver a su casa (vive en la mismísima loma del orto) porque ya no podrá manejar, y hay escaleras, así que busco deptos cerca de su zapatería. El otro punto delicado es su marido (que no es mi padre, madre es viuda) que está bastante gagá pero resistente a que lo meta en un geríatrico. Madre ya no va a poder ocuparse de él (les aseguro que es estresante, en estos 15 días estuve a punto de asesinarlo varias veces). De hecho, fue un pico de stress lo que le hizo saltar los síntomas cardíacos. Soy la única persona que puede ocuparse de estas cosas, nuestra familia es pequeña, ella y yo, hay parientes lejanos que mejor ni salir a buscarlos.
Con este panorama vivo mis días en Rosario, la ciudad que me vio crecer hasta los ventipico. Ahora me siento como cautivo, sin poder hacer mi vida normal (por suerte en mi negocio me cubren). Vivo a mil, me levanto tempranísimo para ir al hospital, luego a la zapatería (vendo zapatos! calzado femenino!) y en el medio voy buscando deptos, luego más hospital, más zapatería, un poco de cuidado de anciano y caigo rendido en la cama.
Me entregaron un okm el mismo día que la internan a madre así que ahí lo tengo guardado, soñando de a ratos con un viaje. Mientras tanto ando en un Gol que tiene ella yme llenan de boletas, acá está lleno de cámaras multadoras y donde lo deje siempre lo encuentro con un papelito verde notificador.
Amigos, me encantaría tener un rato más para recorrer los blogs, dejar saludos, contestar lo que me escriben y todo eso, pero no es posible ahora, todavía estoy alterado, no me organizo. Cuando dejo de correr y puedo pensar en mi vida antes, me acuerdo de uds, que son parte de ella, y quisiera ver las fotos que suben, las cosas que cuentan, todo eso a lo que estaba habituado. El finde es largo y quizás pueda venir a ponerme al día. Por ahora les mando un besotononón enorme y abrazos, muchos abrazos. Como diría Lady B: quiérolos.

2 de octubre de 2009

Cortísimo

Estoy en Rosario desde hace diez días. Madre está en terapia intensiva. Calma. Calma. Está bien, no hay de que alarmarse, lo menos que querría es preocupar a nadie. Pero tengo que quedarme a cuidar su negocio, su marido, sus cosas y trámites médicos. Y esperar que salga. Le hacen estudios por lo que ha sido una angina de pecho, se vienen parvas de estudios y análisis. En fin . Los quiero y los extraño, por desgracia no tengo tiempo de sentarme en un cyber, encima acá no hay muchos.

20 de septiembre de 2009

Entonces, de quién hablamos?


Sigue lloviendo y estoy acostado boca arriba, con los ojos abiertos. Por el hueco de la puerta entra la claridad de la mañana. Estoy ausente recorriendo con la vista una fisura que surca la superficie del cielorraso. No hay lámpara que cuelgue, ni podría haberla porque falta el hueco. Este detalle, sumado a la ausencia de puertas en los dormitorios, da a la casa aspecto de estar todavía en construcción.
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Adela está en silencio y escucho su respiración, es la de quien duerme. Su cabeza descansa con la oreja pegada a mi pecho, justo en el lugar del corazón. Qué podrá soñar con esa música en su oído. Tambores de gran tamaño, constantes, lejanos. Muevo delicadamente el brazo que quedó de ese lado para apoyar mi mano sobre su cabeza. El rubio ceniza de su pelo se mueve ondulando con el ritmo de mi respiración, son rulos muy pequeños. Detengo mis dedos en la superficie voluminosa y mullida. Emite una queja dormida. Si la despierto es muy probable que empecemos todo otra vez. Los ciclos encadenados de calma y euforia. La calma: íntima y silenciosa, la euforia: desordenada, imprevisible.
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Las escenas que animan su cuerpo y el mío, están cada vez más iluminadas, y son cada vez más irreales. Quién es esta mujer? no es la pesadilla de persona que conocí anoche, dedicada casi por completo a descalificarme. La que está ahora extendida sobre mí, descansando su biología extenuada tiene risa contagiosa, piernas de raso y movimientos felinos. Dónde estaba todo esto? Escucho movimientos en la pieza donde duerme Carla, su amiga. Ya debe ser hora de levantarse, pero yo quiero seguir dentro de este sueño, mientras miro el techo rajado.


Se abre la puerta del juzgado nº 8 y sale Adela junto a la abogada demandante. Me dice que entre con mi socio, que hay papeles para firmar. Luego sabré que mi ex empleada aspira a montos exorbitantes para concertar un arreglo. Me lo dice en pocas palabras y con su habitual tono despectivo, mientras vamos transitando pasillos hacia la salida. Tribunales parece una universidad, y los juzgados, pequeñas cantinas donde se agolpa la gente para comprar un apunte o sacar unas fotocopias. Mi socio va a buscar el auto y me quedo a solas con Adela, me pregunta si tengo planes para el fin de semana.

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15 de septiembre de 2009

La voz


Dejamos descansar a Adela para que respire el blog. Cuando pienso que el recién llegado se tiene que ir varios posts para atrás para entender dudo si seguir con esto. Si bien intento que los relatos puedan ser tomados en forma individual, por ahí quito espacio a otras cosas.

Hice un descubrimiento hace unos días con respecto a la escritura. Además de estos acercamientos que se leen aquí, estoy haciendo un taller poesía con Clara Muschietti, por internet. Me cuesta el cómo escribir, no el qué. El sábado pasado, en la feria del libro escuché por primera vez unos poetas leer sus textos. Cuando llegué a casa leí los míos, en voz alta. Fue revelador. La voz, la entonación, las pausas. Sentí sobreexposicion de Yo. Y creo que me sorprendería más si me grabo y escucho. Ahora cuando escribo pruebo y las palabras se me representan de otra cosa forma. Lo escribo para transmitirlo, lástima que no se los pueda leer.

13 de septiembre de 2009

La cautiva dentro suyo

Diana, mi amiga celestina, se quedó unos instantes en silencio. Venía riéndose con el relato pormenorizado de mi elección de aposento.
-Y si no te gustaba, por qué te metiste en su cama?
-Y por qué no? la otra dormía en la cama chica, ella en esa gigante, había espacio de sobra.
-Los silloncitos del living..?
-Ni en pedo Diana, qué, nunca dormiste con alguien sin que pase nada?
-Me imagino la cara de Adela.
-Yo también me la tuve que imaginar, casi no la veía.
-Mirá, ella tiene su carácter, no es que no le caíste bien.


Esa sería la parte interior de Adela, la parte a la que uno suele recurrir cuando lo exterior no es del todo convincente. Ella no parece haber tenido nunca un cuerpo, como diría mi madre, escultural. Pero lleva sus cuarenta y dos con absoluta corrección, es algo rellenita de la cadera para abajo, pero disimula muy bien con ropa suelta y oscura. Eso la hace más señora también, a tono con su carácter.

-Contame qué te dijo después, eso de los nervios en la panza -reclamó Diana.
-Para empezar me dio ternura que lo reconozca así, tímida.
-A veces son mecanismos defensivos -dice Diana, que es psicóloga al paso-. Bueno, pero qué le dijiste?
-Y, mi primera reacción fue seguir hablando de ella, entonces le pregunto:

-Podemos decir que tu panza habla por vos?
-No, es que además de los nervios, tomé mucho.. y el asado..
Le pregunté si poniendo una mano sobre esa panza nerviosa podría silenciarla. No contestó, y cuando posé mi mano por encima de su remera, sentí algo temblar. Decir “esta panza no es del asado de anoche” podía romper el hielo, pero quizás también los vidrios de su ventana, al atravesarla, devenido hombre bala. Dibujé entonces unos círculos con la yema de los dedos y le dije:
-E.T... phone home...
Carcajadas. Pero la que reía no era ella, sino una dentro suyo. Una que ofreció tibia resistencia cuando le hice cosquillas en el costado, y forcejeó conmigo como nena jugando con el vecinito que le gusta. Entre las risas sofocadas esa voz crecía dentro mío, hasta que nos quedamos callados, mirándonos por primera vez. Su cara asomaba gris en la penumbra. Percibí el sonido constante y tenue de la lluvia, entrando a través de los postigos de la ventana. Si algo había imaginado, es que sería como besar a la teniente Ripley, que le lleva más de tres cabezas, pero tendrá la mitad de su peso. Así era hace unos minutos, no puedo pensar en eso ahora, cuando desliza sus labios con suavidad sobre los míos, desplegando besos tibios y superficiales, húmedos, que van creciendo como un temblor, y de a poco se hace desesperación.


8 de septiembre de 2009

Una señal, un paso al frente


Acompaño a mi amiga Diana a través de una galería hasta la tranquera de la entrada. La vino a buscar un ex y la despido acompañado por los perros de Adela, la dueña de casa. Son cinco, de distintas razas decorativas y estimo tendrán hasta certificados de garantía y seguro de vida. Mi ebriedad no es más que una triste torpeza, están cayendo gotas más grandes, vuelvo a la casa dando saltitos. Repaso con la mirada el desorden con el que alguien se encontrará por la mañana, las mujeres han apagado casi todo y parece que ya duermen, hay planta alta y supongo que ahí debo buscar los dormitorios.
La construcción es algo pequeña en relación al terreno, que tiene parque con arboleda, pileta, y hasta –luego lo sabría- caballerizas. Estamos en un barrio en las afueras de Córdoba, pero todo pretende ser una estancia. Quién sabe lo que pretenderá ser mi casa. Subo por la escalera y cruje la madera gastada de los escalones, lo que menos quiero es despertar al yeti o a su amiga. Desde el ventanal del descanso de la escalera se ve parte de la ciudad, me desmoraliza el nuberío ganando claridad. Llego a un ambiente con bibliotecas y un escritorio, hay dos puertas abiertas. Me asomo a la primera y veo a Carla, la amiga, durmiendo en una cama chica. El cuarto tiene baño privado y una ventana enorme sin cortinas. Paso a ver la otra habitación, previo descalzarme. Es el dormitorio de Adela, que también descansa silenciosa. La cama es matrimonial, apenas si se divisan los muebles y el cuerpo de ella sobre un costado. Avanzo a tientas eludiendo un televisor, me detengo para acostumbrarme a la penumbra mientras comienzo a aflojarme la ropa. Al deslizarme en la cama como un fantasma, pienso que por suerte mi boxer está decente. Acurrucado me dispongo a dormir con Adela a mis espaldas. Pasan unos segundos.

-Pero.. te metiste en mi cama?- la voz recriminatoria habla en susurros, no sea que Carla se despierte. La enfrento y le digo:
-Sí, pero todo bien, yo me quedo en esta punta y dormimos tranquilos, te parece?
-Cómo? decíme, vos te metés así en las camas de todas las mujeres??
-No Adela, pero la de Carla es más chica y no veo otras camas, podemos dormir?
-Yo no te conozco!, cómo te voy a dejar así porque sí?
El tono ya es un poco agresivo, pero cuando estoy por contestar, escucho un ruido.
-Y eso?- le digo
-Nada, es mi panza.
-Qué tiene tu panza? no irás a vomitar..
-No estúpido, es que me ponés nerviosa.
-Porque discutimos?
-No, porque estás así, tan cerca mío..

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4 de septiembre de 2009

Estas cosas suceden todo el tiempo



Estamos en tribunales con mi socio para cumplir con la citación del juzgado número no sé cuanto y presentar nuestra defensa. Llega nuestra abogada y nos sentamos en un banco, uno a cada lado de ella, para firmar unos papeles. Escribió un hermoso alegato, muy inspirado y totalmente inútil. Hago los ganchos y vamos para el juzgado, seguimos a nuestra defensora, que acabo de descubrir usa su segundo nombre: Adela. Se detiene de pronto y me pregunta si veo a la demandante. Está sentada en un banco junto a otras personas y se la señalo alzando mi brazo, como si estuviera en rueda de presos. Se nos acerca su abogada y se presenta, algo en su expresión me revela que está aquí por el de milanesa y la coca.

Dialogan las letradas y nos alejamos un poco con mi socio, le confieso que entre esta señora que intenta defendernos y yo, hubo algo. Me mira como si le hubiera dicho que estoy de cinco meses, me encojo de hombros, se escuchan nuestros apellidos y acuden las doctoras. Nos quedamos sentados, mi socio quiere saber algo más de Adela. No puedo contarle todo, le digo que fue algo breve, que me la presentaron y no funcionó. Le ahorro los detalles por cuestiones de tiempo, para contar los hechos tal como sucedieron tendría que empezar por ese asado en su casa, cuando la conocí. Estaba entre espantado y sorprendido. Mi amiga Diana había decidido presentarme a una mujer que, siendo más joven que yo, se comportaba y parecía ser si no mi madre, una tía. Una tía resentida y prejuiciosa, de esas a las que todo les molesta.

Cuando fue hora de irse tomo débil conciencia del peligro que implica conducir ebrio por calles de tierra y con lluvia. La anfitriona, que me ignoró durante toda la noche, dice tener lugar para que duerma. Se queda además una de sus amigas, la casa es bastante grande. Me entretuve despidiendo a Diana que se reía de mi situación, y de mi estado. Al entrar a la casa encuentro silencio absoluto, voy a tener que buscar mi habitación sin ayuda.

2 de septiembre de 2009

Ser tíos hoy

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Interrumpimos esta interesante saga judicial para informar que hoy hemos descubierto que desde hace unos días, no sabemos bien cuántos, hemos sido tíos. Sí, Uds. también. Felicitaciones! Recibimos mañanitas.

Click en cualquiera de las cuatro imágenes para verlas grandes.






31 de agosto de 2009

Es la ley la que te castiga


La vamos a destrozar, dice mi abogada. Es la primera vez que la veo así, detrás de su escritorio, de trajecito, labios pintados y el cabello recogido. Sus gestos y ademanes son vehementes, exagerados, y creo que además está nerviosa. A su espalda un rayo de sol entra por el ventanal de doble hoja y en el haz veo flotar partículas diminutas, se arremolinan con el aire que exhala al hablar.

Me pide datos: nombres, números, testigos, explicaciones, parece la parte demandante. Le informo que parte de esos datos están en poder de mi contador. Se indigna, escupe lava contra los contadores, los empleados que hacen juicio, los abogados del ministerio y la injusticia universal. Pero el sermón ha pasado a segundo plano, porque desde hace unos instantes estoy observando su boca, poblada de pequeñas arrugas en el contorno. Se hacen más profundas cuando chupa su cigarrillo. Sus labios, que alguna vez besé, son delicadamente finos y me gustaban más sin ese borgoña que llevan ahora, cuando soplan humo y dicen aplazamiento.

Mi amiga Diana me había dicho: esta noche te voy a presentar a una abogada. El pretexto para conocerla fue un asado en su casa, tuve que oficiar de asador porque la anfitriona no llegaba, nos recibieron unos amigos de ella y dijeron que estaba en camino. Diana me explicó que era muy dedicada con su trabajo, y que estaba sola. Sola? Sí, está sola y es más joven que vos, un par de años.

No terminamos esa conversación cuando una 4 x 4 (qué otro vehículo sería) derrapó en la esquina para detenerse torpe sobre el acceso de la casa. La abogada. La misma que ahora me dice que vamos a buscar el arreglo, inquiere por segunda vez si al final vendí el auto y, sin esperar a que conteste, me dice que se compró una yegua, y que anda de acá para allá cabalgando por su barrio.
Le pregunto si ya terminamos mientras guardo los papeles que me dió. Al salir, un viento caliente me azota en la cara, sigue sin venir esta tormenta santa.

28 de agosto de 2009

Esta nueva etapa*

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## Hoy salí para el trabajo con menos ropa, se anuncian calores y tengo ocho -de las quince cuadras que camino- en subida. Esto era lindo en invierno, las trepaba como alpinista. Llego, armo rápido las actividades en el negocio y parto hacia el banco.
##Centro, calor, espero el verde en la avenida. Una persona ciega a la que ayudo a cruzar me pide acompañarlo hasta la parada del R2. En el trayecto hablamos, va tomado muy fuerte de mi brazo y me lo aprieta todavía más cuando me agradece. Se me hace un nudo en la garganta, es mi primera vez guiando a un ciego.
## En el banco la cola que hago se mezcla con la del cajero automático, donde una chica ayuda a los desorientados vestida con un elegante trajecito gris. Escucho detrás de mí a uno de los policías de la sucursal indicando a un infiltrado: “la cola viene de aiá, on tá la azafata”. Saco la agenda y leo para mí esto de Ezra Pound:

CAUSA
Reuno estas palabras para cuatro personas,
alguien más puede cazarlas al vuelo,
oh mundo, lo siento por ti,
No conoces a esas cuatro personas.


El colectivero me saluda educadamente al subir. Relaciono esto con la tormenta de Santa Rosa, que seguro otra vez no viene. Justo veo por la ventanilla a un hombre pasar con un broche sujetándole el pantalón a la pantorrilla, y me recuerda al abuelo de Javier, mi amigo de la infancia, que me enseñó lo que uno nunca olvida: a andar en bicicleta
## Llego a mi negocio, que a todo esto agrego es un laboratorio. Hemos recibido una demanda judicial de una ex empleada que inventó haber trabajado más horas y en otra categoría. Las malas compañías pienso, y me pongo como el niño en la foto. Continúa.

*intento de contar a través de mi cotidiano, al estilo del diario de Evadam (aguante LadyB !) foto:William Klein

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23 de agosto de 2009

Verde que espera la lluvia

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Yo era el ágave que te regalé, lo que te había quedado de mí. Ahora que ya no existe, no es necesario explicar nada. Dijiste que no te gustaba porque tenía espinas y podía crecer mucho. Pero la verdad es que el ágave era yo, y no me querías cerca. Las espinas son para defenderse, pero para vos los signos del peligro estaban en cada cosa que te rodeaba. Los ágaves crecen mucho si se los pasa a tierra. Lo nuestro tampoco creció pero sí hubo heridas. Me recordaste lo que leí de un personaje de Piglia, Lucía Nietzsche:

No hay nada tan abyecto, dijo Lucía, como la convi­vencia de un hombre y una mujer. En teoría podemos comprender a una persona, pero en la práctica no la soportamos. El matrimonio es una institución criminal. Con los lazos matrimoniales siempre termina ahorcado alguno de los cónyuges. En eso reside el sentido de la fórmula: Hasta que la muerte nos separe.

Se acerca la primavera y pienso en mis buenas intenciones entonces, y sigo cultivando plantas. Ellas crecen vigorosas por mi perseverancia, y alguna enmienda orgánica. Las lluvias vendrán para terminar con esta seca polvorienta.


El cuento completo aquí, parece larguito pero no tiene desperdicio.




19 de agosto de 2009

Dedicados a las cosas esenciales

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En el patio del fondo de nuestro lugar de trabajo hay un limonero.
Como estamos en época de cítricos el árbol está lleno y casi todas las mañanas salgo a sacudirlo, para recolectar los limones que ya están maduros.
Es ley que alguno me caiga en la cabeza.
Pero ayer descubrí que se nos agrandó la familia.
Sí, ya sé que nadie quiere a las palomas, a mí incluso se me hacen peligrosas.
Pero cuando la vi ahí tan abnegada cobijando esos pequeños blanquillos, suspendí la cosecha.
Que se caigan solos, total, tenemos para hacer dulce.
Ahora esperamos ver esos pequeños.-
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Fotos: Romancito, mi empleado ejemplar. (click para verla más grande)

14 de agosto de 2009

Pez para el hombre perfecto

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Volver feliz con una revista Anteojito. El olor a nuevo que todavía hoy busco en cualquier revista recién comprada. Después del repaso superficial, la elección: tarea con tijeras y un pez para recortar y cocinar.



Son las tardes solo en casa y debería estudiar, pero el estudio no es lo mío, yo quiero ser aviador (porque vi una exhibición) o arquitecto (porque me gusta la palabra).
Así que recorto con ahínco pensando en lo bien que va a salirme esto. Y mando el pececillo a la sartén con aceite. Y por qué no?. El pez no ganaba volumen como yo esperaba, crecía desesperada mi fe, no es buena la fe? Aprendía sencillamente a convivir con la desilusión, no es bueno aprender?

Mi desencanto (que todavía no era fiel) avanzando a medida que el papel azul se volvía negro. El humo y el olor del aceite una evidencia difícil de esconder ante la llegada de madre. Que escuchó mi relato apenas entró, sus ojos yendo de la sartén a mí, de mí a la sartén. Una mirada de incredulidad y preocupación. Porque, después de todo, se trataba de un niño de nueve años.



13 de agosto de 2009

Otro santo

El matrimonio

I

Tú tienes mi atención: que es
una delicadeza, más allá
de lo que yo pueda decir. Yo tengo
tu constancia hacia algo
más allá de mí misma.
La fuerza
de tu compromiso nos recarga: vivimos
de ese empuje, prestándonos coraje
el uno al otro.

II

Quisiera hablar contigo.
¿Con quién más podría hablar?
Tú eres el que hace
un mundo del que hablar.
Va madurando en tu calor
la fruta: todas esas manzanas
y las peras que crecen
junto al muro, al sur de mi
cabeza. Si prestas atención
la lluvia cae para ellas, y
ellas beben. Y si
hablas en respuesta
las semillas
saltan al suelo.
Habla o no digas nada. Tu silencio
va a hablarme.

(Denise Levertov)

Obsequio diminuto para una grande: Mmelulú, que hoy cumple años.

Con mucho cariño (y no sabés lo que me costó encontrarlo)

9 de agosto de 2009

El cocinero fiel


Sucesión de mensajes entre madre y yo el Viernes, después de informarle que este finde (el que pasó) tenía "visitas".

M: Epa! te están visitando muy seguido entonces no te llamo
A: Llamá igual. Ahora estoy haciendo canelones después te hablo
M: Y ella no cocina? Adri no tenés suerte
No respondo a eso porque en realidad ya le conté que no sabe hacer ni un huevo duro. Después de separarme (hace como tres años) su pregunta/reflejo ante mi comentario "conocí una chica" es: y sabe cocinar?

A: Ja es que la recibo bien, comida nunca le faltó!
M: Y algo mas
A: Claro ma, algo más también
M: Tenés cuidado hijo
A: Sí, tengo.
M: Ahora tienen una facilidad las chicas me voy al super

El sábado llamó y tardé en encontrar el teléfono, que estaba adentro de un placard (sólo tengo un inalámbrico)
-HOLA (agitado por la búsqueda)
-Hola Adri, cómo estás? decime si interrumpí llamo después
-Nooo ma!, acá estamos tomando mate con la A (artículo antes del nombre, mi localismo preferido)
-A esta hora? (11:30) y los canelones?
-Sí, nos levantamos medio tarde. Pero ya los tengo hechos, son de acelga ricota y nueces.
-Le pusiste queso rayado al relleno? queda rico...
-Sí, y pimienta. Y nuez moscada.

Me llaman al celular y le aviso que tengo que cortar. Es mi socio, que sin saber de mis canelones me pide que le recuerde las proporciones para hacer panqueques. Está sin la compu y dice que una vez le pasé una receta. Se las doy y después de cortar pienso en cómo considerar estas pequeñas coincidencias.
.

6 de agosto de 2009

La idea de un parque


En los primeros posts de este blog me hacía preguntas acerca de la escritura. Lo que mi escritura hacía en la gente. Lo que puede hacer una carta. Limpiar el alma con una, decirle al que ya no está todo eso que pudo quedar pendiente, y después quemarla o guardarla. O escritura como alguna otra forma de exorcismo. Algo de esto se ve en la película de Gus Van Sant que linkeo. No voy a reseñar la filmografía, que me parece despareja. De la peli, esto: impresionante cantidad de imágenes. Bellas, poéticas, con o sin música (que es excelente banda sonora) haciéndonos sentir. Entre patinetas y cosas de pibes, cuenta algo quizás no tan profundo, pero lo hace sin artificio ni enseñanza.

3 de agosto de 2009

El trabajo, antes




TRABAJAR: 'sufrir', 'esforzarse, procurar por', 1220-50, de donde más tarde 'laborar, obrar', siglo XIV.


Del latín vulgar TRIPALIARE 'torturar', derivado de TRIPALIUM 'especie de cepo o instrumento de tortura' , siglo VI. Este es compuesto de TRES y PALUS, por los tres maderos cruzados que formaban dicho instrumento, al cual era sujetado el reo.


De trabajar deriva el sustantivo trabajo, 1212, que conserva en la Edad Media y aún hoy en día el sentido etimológico de 'sufrimiento, dolor'.


La forma primitiva fue trebajar, que luego sufrió asimilación de las vocales, pero con tre- se pronuncia todavía en catalán.*

Así que siendo odiado Lunes del trabajo, dije: a jugar un ratito, sí, aunque sea un ratito
aquí**

*fuente: Ñusleter
**Al link de los jueguitos que está en el vínculo lo guardé de alguna recorrida bloggística y no sé de quien era. (quizás de alguno de Uds!) El que sea, gracias.
.

31 de julio de 2009

Perros: tres diferentes


Es temprano y camino siguiendo un grupo de perros. Son tres, van del otro lado de la avenida y no se parecen entre sí. Juegan o se pelean, o juegan a que se pelean mientras avanzan haciendo altos para olfatear bolsas de basura, o árboles y ruedas de autos donde dejar señales. Último va uno blanco con manchas marrones claras. Destella de limpio y es el más bajo de los tres.

Una nena pasa entre los animales llevando de la mano a su hermano menor que se suelta de repente y corre. Una carrerita corta para abrazar al petizo pulcro. Ha echado los brazos alrededor del cuello de su amigo y lo retiene apretado como si fuera suyo, como el que quiere a más no poder.

Los perros parecen ver ángeles o dioses donde nosotros vemos niños, se entregan a ellos con una especie de vergüenza o resignación. Este abrazo dura unos segundos eternos. Los otros perros la hermana y yo miramos la escena, porque no hay mundo fuera de esto.

Hasta que lo suelta y parte a reunirse sonriente con su hermana. Todo vuelve a funcionar. Los autos pasan delatando el frío por sus escapes, los hermanos siguen su viaje de la mano, los perros se alejan, convertidos en gacelas locas, y yo camino en otra dirección por una calle lateral. Mis labios siguen en silencio, pero con una sensación agradable.

27 de julio de 2009

Tengo un dudor

-

Me costó un Perú
(o un huevo, sí)
encontrar 5 canciones para obsequiarle a Mmelulú,
para su viaje.

La música que escuchamos,
qué dice de nosotros?

-

26 de julio de 2009

Teníamos un be eme



Año 1989. Hiperinflación, caos y este chico que llega a Córdoba atraído por lo que le faltaba en Rosario: ríos transparentes, aire puro, montañas, clima seco y un amor.


En la foto no posamos para exhibir lo excelso de nuestro vestuario sino para mostrar el no flamante BMW (se aprecia el simbolito). Días felices en los que lo importante era que nos arrancara. En cuclillas a mi lado, el morocho que sería hasta hoy, mi socio y amigo. Los otros, quién sabe en qué andarán.



Etapa de mi vida bautizada como "Morrison años finales" o "Charles Manson acriollado". Nótese la presencia de pintorescas botas salteñas en meus pés.

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24 de julio de 2009

La nieve me trae reflexión


Al salir a la calle no se ve así, pero en estos días hubo nieve. En casa poco, unos copos ligeros como plumas de ganso quemaron plantas en el patio. Pero lo cierto es que con los fríos he notado que algunas cosas en casa han cambiado.

A la mañana, antes de salir al mundo, campeonato intrahogareño de "atrape a Ratita y mándela al polo". Son casi cinco minutos de correrla por la casa, porque me voy, y a ella no le gustan las piedritas sanitarias, ni a mí sus "hojitas".

Duermo en el living, donde ahora tengo una cama chica y estufa que -puede decirse- escupe magma gaseoso. En mi pieza tropecé con unos pingüinos, así que decidí clausurarla. Ratita recibió la mudanza con abnegación, y como no duerme conmigo le improvisé camastro con un saco piyama que dejó una ex medio femme fatale, al pantalón lo uso también pero no para dormir, nada mejor que desnudito.

Ya van dos veces que intento usar el agua y me doy con que no sale. Porque se congelaron los caños. Y tengo que buscar con un balde en la canilla del patio. La escena no es pintoresca en absoluto. Salgo con una frazada y mientras espero que se llene mi recipiente, hago unos saltitos entre graciosos y desesperados. El tratamiento criogénico no me deja pensar mucho en si puedo ser visto desde alguna ventana; antes que convertirme en estalactita, elijo ser Plin-Plin ocasional.

No vivo en las altas cumbres, donde los charcos son, en estos días, una piedra más, pero la forma en la que lo climático altera mi rutina, tiene algo de vital. Este mano a mano con la naturaleza es lo que queda de nuestro pasado cavernícola, tan sepultado. Entonces, por unos días me limpio de tanta civilización amortiguadora, y habito el primitivo que hay en mí.

22 de julio de 2009

Tarde pero encontré

El regalo
Es cierto que a los quince años
quise ser marinero,
pero recién a los treinta y seis
fui empujado hacia el mar,
y cumplí los treinta y siete
no en el mar sino entre cerros,
y Dios me regaló de cumpleaños
una mañana de mirar el agua
en el medio de un río,
y nunca vi un regalo igual de cumpleaños,
tanta luz, tanta piedra y agua, tanto ruido...

Héctor Viel Temperley, de Plaza Batallón 40 (1971)

Para Una, (Unitaaaa) que cumplió años hace unos días, con cariño.



21 de julio de 2009

Un mundo a nuestro alcance


Últimamente he notado
-que me sublevan los motecas escape libre que aceleran cerca mío.
-que debo reír de alguna forma rara, porque llama la atención.
-que las palomas pueden llegar a ser muy agresivas.


Descubrí además
-lo mucho que me gusta dar buenas noticias.
-lo cerca que estoy de agarrar otra vez la guitarra.
-que mis hornallas tienen distintas voces, se nota cuando cantan a coro.

Y en estos días vi
-un pato en un jardín, muy desorientado.
-la ciudad, hermosa y nítida después de llover, bajando a pie hacia casa.
-al padre de un amigo, en un sueño, haciéndome con las manos que espere.
-

19 de julio de 2009

La palabra tag y sus derivados

Fui taggeado para este juego en el que uno declara seis cosas que lo hacen feliz. Me lo pasan LCL y Lady B. Gracias chicas. A ver, soy feliz:

si alguien me dice que me quiere o me doy cuenta
cuando madre me cuenta que vendió muchos zapatos
cuando me invade la inspiración
al volver a casa mirando techos
cuando algo por fin me sale
nadando

Como llegué tarde al juego, y la mayoría de mis blogs conocidos ya lo recibió, dejo abierto (hago la gran Lulú) a quien lo quiera tomar y seguir. Esto me pasa por lento.

El lugar de mi lado oculto


Convivo con el caos y lo dejo ser, pero de una manera especial. Mi necesidad de ver las cosas en su lugar es, al igual que mi forma de caminar, reír, o dar la mano, parte de mí. Una que no creo necesario cambiar. Entonces viene A y dice que soy ordenado, no sé si como crítica o elogio. Le contesto que hace mucho le descubrí un secreto a mi prolijidad, y la llevo a que conozca unas piecitas que están separadas de casa por el jardín.
Cuando todavía estaba viviendo en Rosario tenía un Peugeot 404 azul. Esto es veinte años atrás, días en los que conocí a la chica por la que viajaría más seguido a Córdoba, para luego quedarme. Como era para mí algo más que un medio de transporte, lo cuidaba mucho, y por lo general estaba impecable. Mi vida era también bastante prolija y ordenada. Una vez fui a la terminal a buscar a mi cordobesa y pidió guardar un bolso en el baúl del auto. Le dije que mejor lo llevábamos en el asiento de atrás. Aceptó sin preguntar y partimos, pero ella era (y es todavía) de las que no se quedan con dudas. Cuando llegamos bajó y se fue derecho hacia el baúl; me pidió que lo abra. Lo hice, la miraba intrigado. Repasó con la vista ese day after de Sarajevo, Hiroshima y Dresden que por algún motivo era mi baúl. Sonrió y me dijo: así que acá es donde escondíamos el desorden? A veces me la cruzo por la calle, siempre me olvido de contarle que le debo ese descubrimiento.

14 de julio de 2009

Nuestro peor enemigo es otro


Cuando en un jardín vemos pequeños montículos de tierra sobre el césped y no son hormigueros, estamos en presencia del grillo topo. Se lo conoce más por este tipo de daños que en persona (en insecto, sería).

Conté con la visita de unos grillo topo hace un par de años y al principio hice como si nada. Luego mi preocupación comenzó a crecer junto a la cantidad de monticulitos, hasta que un día decidí consultar en una página sobre la forma de controlarlo, es decir, cómo matarlos. Una señora muy amable me explica que se comen las raíces del césped, por eso es que además de los montículos también vemos amarillentamento de superficies verdes. Preocupada me escribía sobre el terrible daño que pueden llegar a hacer. Le hago notar -todo en un cordial mail- que el daño, en todo caso, es accidental ya que según leí, prefieren el alimento de tipo animal. Son omnívoros, sí, pero se alimentan de vegetales (las raíces del césped y otras) sólo cuando no hallan el de origen animal (microorganismos). Le escribo sobre la necesidad de ahuyentarlos o aislarlos de alguna manera. La señora se pone ninja y me redacta una diatriba en contra de los insectos, la necesidad de exterminarlos, el peligro social que representan como plaga, etc. "En todos los sitios dice que se comen las raíces" me sentencia. Y es cierto, preferimos matar antes que investigar. Así estamos.

Los terminé haciendo salir de sus casitas con agua jabonosa. Bien diluído, el jabón o detergente sólo los deja atontados. Así los saqué del jardín, hechos unos idiotas. Algunos palmaron, está bien, pero la mayoría viajó a los márgenes del Suquía, a conocer la vida ribereña.

Y nada más. Si hay anécdota, es bastante obvia. En realidad creo que el post es más bien un intento desesperado de mi cerebrito por recuperar el protagonismo que mi cuerpo le quitó en el anterior.


12 de julio de 2009

el pez por la boca muere


Y tantísimas más opciones para este post, donde por supuesto las palabras no son lo importante. La verdad, en un momento dije: me conocen bastante más por dentro que por fuera, famoso no soy, por qué no subir la foto?

Para no precipitar las cosas, elegí una en la que pueden apreciarse los resultados del nado sincronizado, y de profundidad. No es de hace 15 años, no hice ningún pacto, como diría una amiga: soy sanito.

10 de julio de 2009

Recuerdo del recuerdo



Hoy mientras iba en cole al trabajo, un sacudón me trajo el recuerdo de un recuerdo. La escena transcurre hace unos meses camino a un cumple.

El coche lleva gente de pie y parece que estamos atrasados. Yo no tengo apuro, voy con auriculares, ajeno. Hemos tomado otro recorrido y es de noche, nos acabamos de meter en un barrio espeso. El chofer tuvo que desviar por algún motivo pero está perdido, ya mi música son los comentarios alarmados de los pasajeros. Descienden un par, en la nada, optando por la muerte rápida. Anónimas recriminaciones vienen desde el fondo, el hombre sigue. Una señora se ubica detrás de su asiento y le habla al oido. Parece estar contándole un secreto. Al fin nos encaminamos, atrasadísimos como vamos ahora, el conductor considera que morder los cordones en las esquinas tiene lo suyo. Hay cruce de miradas de temor. También silencio y esta sensación, la del vaivén.

El vaivén de hace tres años terminó con la caída del coche piso y medio sobre un costado del camino de ripio, en Bolivia. Ileso porque así debió ser, quedé con un instante como secuela. El momento exacto en que supe que caíamos, que el mundo se inclinaba demasiado.
Mi cuerpo ahora, entre bandazos, recordó lo que mi memoria había tragado, la imagen/sensación extraña y cortísima antes del impacto.

Shohei Imamura, en su película La anguila, tiene un texto relacionado. Un hombre mata a su esposa infiel, la cose a puñaladas. Pasado un tiempo, ya purgada su condena, algo le hace notar que aunque logró olvidar un poco las imágenes, sus manos no olvidaron la sensación de haber matado. Algo así era. Es linda la película.

7 de julio de 2009

La madre de las incomunicaciones


Podemos decir muchas cosas de las comunicaciones permanentes. Pero prefiero contar algo sobre las dificultades que a veces me trae el predictivo.

Respondo mensaje a madre que preguntó cómo estaba después de mi regreso a las actividades físicas. Las que suspendí un mes. Porque sí.

Le contesto que me duelen hasta las pestañas. Hay claridad y no veo que pestañas, en el predictivo, usa los mismos caracteres que peruanas.

"Bien, pero me duelen hasta las peruanas".
La respuesta:
recién se va la chica alemana y ya tenés peruanas?

Y nunca se sabe cuándo habla en serio.
Se aceptan errores similares, hay muchísimos!

6 de julio de 2009

No nos ahoguemos en un vaso de agua!



Porque bien saben que en el blog no se tratan temas de actualidad, ésta, es una curiosa excepción. Y es que quise comprar barbijos y no conseguí. Por suerte, visitando el blog de Chicaenminifalda encontré la solución al conflicto por el desabastecimiento. Puede que allí se vea mi modelo exclusivo.
En la foto, Cece nos dice que sólo tuvo que pensar dos veces antes de salir a la calle con su barbitanga.

4 de julio de 2009

También extranjeros

El secreto

Dos niñas descubren
el secreto de la vida
en un repentino verso de
poesía.

Yo que no conozco el
secreto escribí
el verso. Ellas
me dijeron
(a través de un tercero)

que lo habían encontrado
pero no qué era
ni siquiera
qué verso era. Sin duda

ahora, más de una semana
después, han olvidado
el secreto,
el verso, el nombre del
poema. Las amo

por encontrar lo que no
puedo encontrar,
y por amarme
por el verso que escribí,

y por olvidarlo
y así
mil veces, hasta que la muerte
las encuentre, puedan

descubrirlo otra vez, en otros
versos
en otros
hechos. Y por

querer conocerlo,
por

asumir que hay
tal secreto, sí,
por eso
sobre todo.

Denise Levertov

3 de julio de 2009

Porque jugar nunca hace mal

Un juego! Marie me apuntó para un juego bloggeril, veamos como es:

1) Agarrás el libro que tenés más cerca.
2) Lo abrís en la página 161.
3) Buscás la 5º frase (completa).
4) Citás la frase en el blog.
5) Pasás el post a otros 5 blogs.

Meto la mano en el cuarto donde está la biblioteca (sin prender la luz) y que sea lo que sea. Sonamos. Tiene 159 páginas!! Vamos con otro. Éste va. Vigilar y castigar de Foucault. En la página solicitada, la quinta frase es:

La primera para los que no tienen noción alguna de dibujo; se les hace recopiar unos modelos, más o menos difíciles, según las aptitudes de cada cual.

No cambia nuestras vidas esto que cité, pero creo que el juego busca eso, cualquier frase.
Los cinco blogs:

Peccata minuta
Madamelulu
Ungramodelocura
A la que te criaste
Empiezo el lunes

En realidad cualquiera de mis visitantes puede jugarlo. Avanti!

Fonéticas? shés!

Meses atrás vivió conmigo una alemana. De vuelta de un viaje por el sur me contó que en una hostería de El Calafate vio un cartel muy gracioso. Después se volvió a su país. Hace poco recibió una imagen que está en el sitio del Proyecto Cartele, dice que era algo así. Click en la imagen para ampliar. La foto original en este vinculito.

1 de julio de 2009

Primer corto desencantado

Desde que llevo una libretita para anotar las geniales ideas que me asaltan por la calle, sucede lo mismo que cuando decidimos salir con paraguas.

29 de junio de 2009

Ojalá

Hay pesadillas, y uno despierta asustado. Otros son los sueños molestos, como que nos roban el auto o alguien cercano ha muerto, y al despertarnos es “ah... menos mal que era un sueño”. En otros lo que sucede es tan lindo que, si despertamos pero podemos seguir durmiendo, intentamos hacer que continúe. Siempre va para otro lado, claro. Y hay intensos, como este:
Me llevan detenido por algún tipo de delito administrativo. La dependencia donde espero no es una comisaría ni una cárcel, salones gigantes. Luego me liberan por falta de algo, de cerebro debe ser. Salgo y me cruzo en la puerta del edificio con un compañero del secundario, Juan Manuel. Va vestido con alguna especie de uniforme, tiene puesta una boina, está alto. Lo sigo unas cuadras hasta que se mete en una casa con un quiosco en la esquina. Miro y el que atiende es él. Hablamos. Siento una emoción muy grande, tanto tiempo sin verlo. Está pelado pero básicamente igual, siguen traviesos sus ojos cuando ríe, habla con zetas. Me voy contento, en el sueño me voy contento y pensando que tengo que contarle esto a Ariel.

Me despierto. Repaso que Ariel dijo (cuando nos vimos hace unas semanas, después de más de veinte años) que al parecer, Juan Manuel ya no vive. Largos los minutos despiertos en que fui feliz portador de buenas noticias.

26 de junio de 2009

Va para atrás...




El corazón del colibrí, igual que el del canario, late hasta mil veces por minuto. Es el único pájaro que puede volar hacia atrás, los huevos del colibrí abeja miden entre 8 y 10 milímetros, su nido es como un dedal.
También estuve leyendo que los científicos investigaron y teorizaron sobre cómo logra su vuelo estático.
Al margen de todas estas cosas, qué lindos que son, no? Cuando uno de ellos visita mi jardín, me pongo contento como perro con dos colas.

25 de junio de 2009

INDIE



John Cassavetes (1929-1989) norteamericano, actor, guionista y director. El nombre del cine independiente y del Cinema Verité fue reconocido como tal en sus pagos recién cuando su ópera prima despertó el interés de la crítica europea. Que su primer largo, Shadows (1959), fuera financiado por amigos y parientes, configuró el sello de su cine, uno al margen de los resultados económicos, hecho con esfuerzo y pasión. Cassavetes no se propuso trascender, ni mucho menos ser independiente, no consideraba tampoco que el suyo fuera cine "arte". Creo que eligió el camino que consideró más adecuado para poner en sus películas lo que quería decir, de la forma más directa, y sin tomar al espectador por idiota. Más méritos?: era el marido de Gena Rowlands.

23 de junio de 2009

Así es como trato de recordar



Sucedió hace más de veinte años, porque yo todavía vivía en Rosario, pongámosle año 1986. En un programa televisivo local era entrevistado Joan Manuel Serrat. Dos periodistas comenzaron con un cuestionario que parecía diseñado para un jugador de fútbol o un político. El catalán respondía con paciencia y lucidez, incluso hasta dándole un giro imprevisto a cada pregunta descolgada. Me emocioné un par de veces escuchándolo hablar, pero de todas esas respuestas hoy me acuerdo sólo de esta. Uno de los conductores madera le pregunta:
-Cómo querría Joan Manuel que lo recuerden sus seguidores cuando ya no esté en este mundo?.. como cantante.. como poeta... como compositor..
Ni la pensó. Con una sonrisa que todavía hoy se le puede ver dijo:
-Con cariño.


21 de junio de 2009

Vuelve don Jorge

SEGUNDA NATURALEZA
En la trastienda de la pequeña estación ferroviaria

el jefe se hace gárgaras.
Canta un pájaro entre las cañas cercanas.
Para el pájaro no existe el tren.
Para el jefe —a menos que no pase a horario— tampoco.

Jorge Aulicino
(De ‘Paisaje con autor’, Ed. Último Reino, Argentina, 1988)

Si quieren hago una mini-serie

Al escucharla entrar todos nos damos vuelta y la vemos sacarse el casco. Su cabello explota y nos cautiva, o nos deja idiotas. Hoy no sé qué tiene. Se dirige hacia mí pero solo ella sabe los motivos.
-Vengo de la doctora- cuenta desganada.
Últimamente no siento culpa por las cosas que se me pasan. Dejo algo que tengo en la mano. Le largo un:
-Y qué te dijo.
-Dice que puede ser emocional, pero habría que hacer unos análisis.
Emocional me causa gracia, aunque esto pueda ser serio.
-De qué te reís. No me gustan los análisis.
-No, pensaba en lo que te dijo la doctora, lo de emocional
-Así me dijo.
-Pero vos qué decís. Puede ser emocional?
Se lleva una mano a la zona del pecho donde sabemos que está el corazón, frota un poco. Esos ojos no saben ocultar, por lo menos la tristeza.
-Ojalá que no- dice. Alguien tocó el timbre, alguien atenderá.

19 de junio de 2009

Primer concurso desencantado


Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio.

Fue accidental. Una amiga me cita el capítulo 7 de Rayuela tan alabado y criticado. Hablamos sobre lo del cíclope y veo que no sabe bien a qué se refiere el texto, es poesía, dice. Paso por lo de Mary Poppins y justo se comenta en un post sobre este capítulo, creo que ella interpretó algo similar y prefiere no saber qué es.
Ahora viene el concurso y según como pinte puede tener premio. Consiste en describir o explicar de la forma más precisa posible cómo es exactamente el juego del cíclope. Voy a moderar los comentarios para que no se revele tan rápido. Por favor, no se amontonen.
Imagen: Cíclopehiperapócrifo 1. Juan Jiménez Parra.

16 de junio de 2009

Cuando faltan las palabras

Vi hace unos años una película china ( y dale con los chinos) cuyos créditos no quedaron en mi memoria pero la trama era ésta: en unas dependencias sombrías son recibidas personas que vienen todas por el mismo trámite. Han muerto y pasan por este lugar para elegir el recuerdo con el que van a descansar en la eternidad que les espera. La escena se recrea, se filma y así quedará para siempre. Esta es como la tercera vez que intento escribir algo sobre mi encuentro con mi amigo Ariel. El abrazo efusivo, torpe, casi desesperado que nos dimos después de veinte años sin vernos está en la lista de los recuerdos que me gustaría llevarme, ojalá se pueda elegir más de uno.

11 de junio de 2009

Y seguro terminaremos llorando

Me voy a Rosario para el finde largo. Un amigo de la adolescencia me encontró por Facebook esta semana y me pareció que revivir esas épocas por mail no daba. Empiezan a aparecer recuerdos. Está el de una de las veces en que intentamos colarnos en el baile del Jockey Club.
El procedimiento a veces se complicaba pero era aventura, no peligro. Esta vez no era de las fáciles, ya de arranque hubo que sortear unos guardias que acechaban en las canchas de tenis. Gateamos con Ariel entre unos yuyos altos para esquivar. Sobre el edificio principal, la fácil era intentar ingreso por planta baja, a veces se dejaban alguna puerta descuidada. El plan B nunca fallaba. O casi nunca. Había que subir a la terraza y entrar por una puertita para acceder al baño de hombres, y ya estabas adentro.
Esa noche con mi amigo subimos a la terracita, allí nos encontramos con otros candidatos esperando agazapados. Me gustaba la camaradería que se armaba con los desconocidos en estas situaciones. Después al cruzarlos dentro había pulgares arriba y guiños que podían terminar en amistad. Hay un guardia con linterna y es cuestión de correr agachados y rápido. La música acompaña nuestra espera, nos estamos perdiendo los mejores temas. Alguien dice ahora en tono bajitoenérgico, y somos unos siete chimpancés avanzando sobre los techos oscuros rumbo a la puertita. El primero en llegar avisa que está cerrada. El resto detenemos el avance a mitad de camino, me llega un alboroto desde atrás y vuelvo unos metros. Mi amigo ha caído en un hueco, un espacio oscuro que puede ser un patio, unos cuatro metros abajo. No podemos verlo pero putea señales de vida. Y cómo lo sacamos dice uno. En nuestra distracción nos sorprende un guardia pero nadie piensa en escapar, necesitamos ayuda. Su linterna nos mostrará un Ariel a caballito sobre el caño gigante de una caldera, labios como la Mancini pero con mucha sangre. Voy a hacerlo salir por abajo nos dice el gordo seguridad, y aprovecha para destacar que esto nos pasa por colarnos. Somos un rebaño de ovejas siguiendo al hombre rumbo a la puertita, coreando arrepentimientos y concesiones. Saliendo del baño mis amigos pasan a la categoría invisible mientras con el gordo vamos al rescate y terminamos cargando a mi amigo hacia una salida de emergencia. Vendrán puntos en el labio, yeso para la pierna; son los ochenta, de esos días hablaremos.

10 de junio de 2009

Martes 16 de Junio 19:30 horas


Laura Wittner me cuenta hace como una semana que Editorial Bajo La Luna presenta su nuevo libro "Lluvias", junto a otros de Laura Prato y Beatriz Vignoli. Ahora que hace frío mis reflejos de oso están adormecidos, pero reaccioné y subí los datos del evento que se realizará en Casa de la lectura, Lavalleja 924 CABA. Un poemita suyo para que los que no la conocían. Aquí hay más.

Ventajas de fumar
Los pensamientos son silenciosos como sombras,
oscuramente torpes al maniobrar
en la noche cerrada
hacia una idea sobre algo.
El cigarrillo que se enciende
con su señal ígnea en equilibrio
permite contemplar los pensamientos.
Camiones que rompen filas
en lenta marcha atrás: cada cual
hace su maniobra y se aleja
y se pierde, por el camino oscuro.
*
De El Pasillo del tren (1996)