19 de julio de 2009

El lugar de mi lado oculto


Convivo con el caos y lo dejo ser, pero de una manera especial. Mi necesidad de ver las cosas en su lugar es, al igual que mi forma de caminar, reír, o dar la mano, parte de mí. Una que no creo necesario cambiar. Entonces viene A y dice que soy ordenado, no sé si como crítica o elogio. Le contesto que hace mucho le descubrí un secreto a mi prolijidad, y la llevo a que conozca unas piecitas que están separadas de casa por el jardín.
Cuando todavía estaba viviendo en Rosario tenía un Peugeot 404 azul. Esto es veinte años atrás, días en los que conocí a la chica por la que viajaría más seguido a Córdoba, para luego quedarme. Como era para mí algo más que un medio de transporte, lo cuidaba mucho, y por lo general estaba impecable. Mi vida era también bastante prolija y ordenada. Una vez fui a la terminal a buscar a mi cordobesa y pidió guardar un bolso en el baúl del auto. Le dije que mejor lo llevábamos en el asiento de atrás. Aceptó sin preguntar y partimos, pero ella era (y es todavía) de las que no se quedan con dudas. Cuando llegamos bajó y se fue derecho hacia el baúl; me pidió que lo abra. Lo hice, la miraba intrigado. Repasó con la vista ese day after de Sarajevo, Hiroshima y Dresden que por algún motivo era mi baúl. Sonrió y me dijo: así que acá es donde escondíamos el desorden? A veces me la cruzo por la calle, siempre me olvido de contarle que le debo ese descubrimiento.

8 comentarios:

RosaMaría dijo...

siempre tenemos un lugar donde escondemos el desorden, no se puede tener todo a punto... lleva tiempo y esfuerzo.
pasa con la mente, con los sentimientos...
gusto en conocerte

Lulutrix dijo...

yo soy un desorden completo ya no hay lugar para ocultarlo

Una dijo...

Un hombre sin desórdenes semi ocultos no merece la pena ser vivido por una mujer.

lali balbi dijo...

está bien!
yo ni te cuento con abro el closet y se cae medio kilo de enaguas enjambradas con pulloveres, babuchasy el bollito de las remeras para el gimnasio

Memily dijo...

El auto en general es para mi un area de caos y basura permanente.
Tambien el cajon de las medias y bombachas.
Tambien mi cabeza.

La cámara lúcida dijo...

el orden no vive en mi casa.

Lola dijo...

No sé cómo habrá terminado la historia con la novia en cuestión, pero siendo que el auto era tuyo y solamente tuyo, no tenía derecho a pedirte que abras el baúl. O acaso eras de las que tenía otra novia guardada ahí?
Yo no me destaco por ser extremadamente ordenada, me gusta el orden; pero no hacerlo. El tema es convivir pacificamente con el propio caos; eso y tener ordenadas las ideas.
Beso

Adriano dijo...

RosaMaría: Gracias por su visita y comentario, el gusto es mío también.

Mme: Me lo imaginé

Una: Me dejó pensando.

Secre: enaguas! me hiciste más grato este Lunes de madrugada gris.

Dos: Esto de tener un orden en las cosas es una.... sí!! garcha!!

LCL: En la mía se las arregla en esas piecitas del fondo...

Lola: Quizás pensaba encontrar un cadáver. Cuando me la cruzo a veces no me reconoce, nos chusmeamos lo último que sabemos de x ó w y seguimos viaje.